Los días rojos son terribles y en esos momentos lo único que me viene bien es ir a Tiffany's, porque nada malo me puede ocurrir allí.

cuando se acabe este rock, cuando cometa un crimen, cuando nos queme la ambición.

``con pocas ganas de pensar y muchas de reir´´

miércoles, 11 de mayo de 2011

el caso de la rubia platino

Me adelantó un talón de setecientas,más gastos, sin contar otras quinientasen fichas del casino.Mi último tren llegaba con retraso,así que decidí aceptar el casode la rubia platino.Yo era un huele-braguetas sin licencia,quemado en la secreta por tenencia,extorsión y líos de faldas.Estaba, como buen ex-policíaa sueldo de un pez gordo que sabía
cubrirse las espaldas.Ninguna zorra vale ese dinero,pensé, mientras dejaba mi sombreronuevo en el guardarropa.Cantaba regular, pero movíael culo con un swing que derretíael hielo de las copas.Cuando saió, por fin, del reservadosentí que las campanas del pasadorepicaban a duelo.La última vez que oí esa melodíame recetaron tres años y undiaa,más iva en la modelo.Para jugar al black jack y ser un duro,andar escaso de efectivoes igual que pretender envidarcon un farol al futuro.
No por casualidadme temen en los casinos.Me daban diez de los grandes por el casode la rubia platino.Los besos que te dan las chicas malas
salen más caros cuando los regalany huelen a fracaso,pero el croupier me echaba cartas buenasy la rubia platino era morena,y el caso era un gran caso.En un bistró, delpuerto de Marsellanos fuimos deborando,entre botellay botella de oporto:-los que pusieronprecio a mi cabeza-Le dije exagerando subelleza,- se habían quedadocortos-Puede que me estuvieraenamorando,porque antes del cafécambié de bando,de hotel y de sombrero.
Mi viejo puso un cuartocon dos camas,fingiendo que la dama era
una damay su hijo un caballero.Ni siquiera, señores del jurado,padezco, como alega miabogado,locura transitoria.Disparé al corazón que yoquería,
con premeditación,alevosíay más pena que gloria.Para jugar al black jack
y ser un duro,andar escasode efectivoes igual que pretender envidar
con un farol al futuro.No por casualidadme temen en los casinos.
Me daban diez de los grandes por el casode la rubia platino.
Para volver a ser alguien en el ambiente,necesitaba un par de buenos clientes,algo para mis vicios y un despachodecente.No dan para comer las putas del barriochino.Me daban diez de los grandes por el casode la rubia platino.

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my lovely dree

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increible

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